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FALLAR CON PERSPECTIVA DE GÉNERO. Retos y estrategias de la Administración de Justicia.

  • 20 oct 2023
  • 5 Min. de lectura

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Buenas tardes asistentes de manera presencial y remota, para mí es un honor dar cierre al conversatorio “Fallar con perspectiva de género: retos y estrategias”.


Soy una mujer que trabaja como Magistrada en el Tribunal Administrativo del Caquetá y tengo el deber de mencionar que tener una perspectiva de género es una obligación de todos y todas con la humanidad.


Los derechos humanos de las mujeres que ha mencionado la doctora Gineth Viteri y agregaría yo de las personas LGBTIQ+ deben ser hoy parte de la formación de todos los seres humanos y más de los abogados, entendiendo que su función finalmente va a ser la de ser la boca de otras personas, así que motivar a los estudiantes a tener una posición de vida que debe permear todas las instancias del devenir social, es una labor que se debe aplaudir, razón para felicitar a la iniciativa de la Universidad Santo Tomás en la formación en esta temática y agradecerle como miembro fundadora de la Asociación Colombiana de Mujeres Jueces hacer real esta oportunidad para provocar en los participantes una llama de interés para seguir conversando de los conceptos que hoy hemos visto.


Es claro que la guerra ha estado dejando una huella en los cuerpos de las mujeres tal como lo describe Cristina Lamb en el libro “nuestros cuerpos sus batallas” y que en una guerra el primer trofeo es la piel, las piernas, las caras, los troncos, el sexo de nosotras las mujeres.


Ya, Patricia Lara narra con excelso verbo cómo las mujeres en la guerra dentro de la violencia que está presente en Colombia se signan en la vida de las mujeres siendo aun ensañándose aún más con las campesinas, mujeres afrodescendientes, indígenas, migrantes, desamparadas.


Agregó, con lo diferente, Colombia diversa ha denunciado la crueldad de los grupos subversivos con las personas LGBTIQ+. Lo femenino, lo que no es hetero normalizado quiere ser borrado con sangre.


Pero aún si nos alejamos del análisis del conflicto, es latente el sistema patriarcal nos ha dejado estereotipos que tenemos que derrumbar a diario.


El “no lo haré bien” del que nos habla Emma Vallespinós, lo tenemos que derribar a diario las niñas, mujeres y las personas LGBIQ+. El autosabotaje no nace de la nada, el patriarcado nos lástima a todos.


Es así cómo debe abordarse como temáticas a trabajar la invisibilidad de las mujeres, la exclusividad de las áreas masculinas y femeninas, los techos invisibles en áreas administrativas y judiciales para las mujeres, las dificultades de las mujeres en el acceso a la justicia, el sexo como categoría sospechosa, las acciones afirmativas para las mujeres, las medidas a favor de los hombres, el empleo doméstico, libertad reproductiva, los roles familiares, la violencia sexual, la violencia intrafamiliar, la violencia en pareja, las creencias de la participación política de las mujeres.


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Los jueces y juezas en este marco tenemos que tomar decisiones, razón por la cual como funcionarios judiciales debemos primero capacitarnos en género y segundo incluir en la práctica judicial un criterio transversal en todos los procesos y acciones en el marco de la defensa de los derechos humanos para dar un trato diferenciadora frente a situaciones de vulnerabilidad derivadas entre otras a los factores de la violencia basada en género como lo mencionó la doctora Blanca Arellano.


Los funcionarios judiciales tenemos la obligación hacemos preguntas claves, revisamos criterios orientadores como las relaciones de asimetría, identificamos los prejuicios y estereotipos, visibilizamos el estado de vulnerabilidad, eliminamos palabras o frases que pudieran revictimizar a las partes vulnerables, tomamos medidas de protección y medidas afirmativas.


Este tema no es fácil, cualquier decisión judicial debe estar libre de estereotipos, pero liberarse de los roles patriarcales requiere de un trabajo multidisciplinario. El feminismo a muchos les genera ronchas razón por la cual esta es una tarea diaria para progresar frente a dejar de vulnerar a las víctimas con violencia institucional desde la Rama Judicial y asegurarles una vida libre de violencia.


El enfoque de género no reemplaza la obligación de aportar pruebas, es un ejercicio serio en el cual, aunque la presunción existe, ningún participe puede olvidar el análisis de contexto, inter seccional y todos los partícipes en el proceso deben entender que el enfoque de género no es una moda es un reto de todos los partícipes del proceso para defender a las víctimas tal como lo mencionaron las doctoras Juliana Gutiérrez y Jhoana Prieto.


El derecho no es neutro, tal como lo dijo la doctora Ana María Muñoz. No siempre que exista una mujer estamos en un caso de perspectiva de género, toda vez que está se evidencia cuando sea latente una vulnerabilidad que atender. Bajo las mujeres y las personas LGBTIQ+ la mirada se hace con unos lentes en los cuales desde el lenguaje existe sexismo.


Existen diferentes estrategias desde los estrados judiciales para atender ese enfoque de género tal como lo mencionaron las doctoras Blanca Arellano, Ana María Muñoz, Adriana Camacho y Cecilia Palomo.


Añadiría yo, siguiendo el módulo de género de la Escuela Judicial Lara Bonilla: un lenguaje claro y directo, la citación de la normatividad nacional e internacional en género con un fin, dar razones y no simplemente la citación de normas, dar al destinatario un fin para cumplir, no quedarse simplemente con un fallo para enmarcar.


Debo confesar que amé todas las ponencias y agradezco a cada una de las ponentes por su compromiso y por la labor hoy efectuada, pero que nada me enamoró más que las explicaciones reales de los casos que nos contaron hoy. Me llevó en la mente el ejemplo los casos de la violencia penal, institucional, laboral, la pensión de sobreviviente de la sugar mami, de la cuidadora de su ex, de Rosa Elvira Cely, la pensión por vejez en México, el caso del campo algodonero, la pareja transeccional en Puerto Rico.


Para finalizar agradeceré con nombre propio al semillero de familia y a su doctora Marcela Daza Docente de la Facultad de Derecho, María Teresa Vergara, , a la Presidenta de la Asociación Colombiana de Mujeres Jueces y a las ponentes María Genith Viteri, Adriana Carolina Rojas, Johana Prieto, María Juliana Gutiérrez, Blanca Arellano, Ana María Muñoz, Adriana del Pilar Camacho y Cecilia Palomo y al doctor Alejandro Gómez Jaramillo, Decano de la Facultad de Derecho, así como todos los miembros de la Universidad que han colaborado con el conversatorio de hoy. Espero que un día todos veamos como el derecho como un campo inescindiblemente atado al enfoque de género en los estrados del derecho y por fuera de ellos.


Como dijo Cecilia Palomo más allá de la CEDAW, Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación de la Mujer, ratificada en Colombia por la Ley 51 de 1981; la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer “Convención de Belem Do Para”, adoptada por la Ley 248 de 1995; los estándares del Sistema Interamericana; las Relatorías temáticas de la comisión CIDH, entre ellas la de la mujeres y LGTBI; las leyes y la jurisprudencia, es necesario que todos y todas nos apropiemos de esta forma de ver el quehacer jurídico bajo el enfoque de género, que asumamos el reto y generemos estrategias al efecto.



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Edith Alarcón Bernal

Magistrada en el Tribunal Administrativo del Caquetá

 
 
 

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